El gobierno brasileño amplió unilateralmente su soberanía económica más allá de las 200 millas náuticas reconocidas por la ONU, para tener el derecho a explotar los gigantescos yacimientos de crudo y gas natural ubicados en aguas ultraprofundas de la plataforma continental del país.
El diario Folha de Sao Paulo publicó ayer que la decisión fue formalizada en una disposición dictada por el gobierno el viernes pasado, e incorpora 960.000 kilómetros cuadrados a la zona de soberanía nacional, que hoy es de 3,5 millones de kilómetros cuadrados.
De consolidarse esta decisión anunciada el pasado viernes, cualquier país o empresa interesados en prospectar riquezas minerales en este área de casi 4,5 millones de kilómetros cuadrados debe pedir permiso al gobierno brasileño.
La disposición fue concretada antes del visto bueno de la ONU, que permite a los países reivindicar derechos sobre las riquezas continentales ubicadas a hasta 350 millas náuticas de su litoral.
Según el diario, Brasil elevó en 2004 un pedido de ampliación de su zona de soberanía en la plataforma continental, en base a las normas de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, de 1982, pero la solicitud fue rechazada tres años más tarde, tras un cuestionamiento de Estados Unidos.
La ONU solicitó entonces a Brasil reformular su pedido, excluyendo un área de 190.000 kilómetros cuadrados. Brasil no aceptó y, según la Armada, planea presentar una nueva propuesta hasta 2012.
Folha de Sao Paulo publica que la Comisión Interministerial para los Recursos del Mar de Brasil consideró sin embargo que el país no necesita aguardar el visto bueno de la ONU, y por eso dictó la disposición unilateral.
La decisión se tomó ahora cuando el gobierno brasileño espera aumentar su participación en el capital de Petrobras, la principal responsable de la prospección de los gigantescos yacimientos de la capa pre-sal que más que duplicarían las reservas brasileñas de crudo, hoy calculadas en 14.000 millones de barriles.
FUENTE: PRENSA SINDICAL INTERNACIONAL
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