jueves, 12 de mayo de 2011

Santiago del Estero: crónica de un país olvidado - Por Matías Oberlin

Acerca de la Ley de Medios, testaferros, minería, desalojos, muertes, complicidades y otras yerbas...

Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, 11/05/11.-
Santiago del Estero es quizás el estereotipo ideal de las contradicciones discursivas de este gobierno. Desde el año 2005 está gobernada por un gobernador radical, Gerardo Zamora, aliado desde un principio al gobierno nacional. Era la época de la transversalidad y los gobernadores K. Esas alquimias hicieron posible que surgieran híbridos como los radicales K.


Zamora desplazó a Juárez, sempiterno gobernador de la provincia, proveniente del justicialismo. Juárez manejó la provincia como un patrón de estancia, poniendo, sacando, eliminando, callando al que quería. Con la complicidad de grandes testaferros, el principal es el grupo Ick cuyos principales accionistas son Néstor Ick y su hijo Gustavo, dueños (y no de una manera irónica) de la mitad de la provincia. No hace falta más que entrar a la página del grupo Ick para ver las empresas que tiene: El Banco de la Provincia de Santiago del Estero, la Empresa distribuidora de electricidad de Santiago del Estero, canales, diarios y radios, hoteles, casinos…

En Santiago del Estero hay dos grandes medios de comunicación: el diario "el Liberal" y el "nuevo diario". El primero pertenece desde el año 2009 al ya nombrado grupo Ick, ex testaferro de Juárez y hoy testaferro del híbrido gobernador, asumiendo Gustavo Ick la dirección editorial. El segundo pertenece a un empresario mediático, José María Cantos, dueño de varios medios, entre los que se cuenta también la radio LV ONCE única con señal suficiente como para ser escuchada en los rincones más alejados del monte santiagueño. Ambos medios de comunicación monopolizan la información de la provincia. Lo que sale en ellos existe, lo que no sale no. Pareciera que en Santiago la ley de medios no llegó.

Es interesante como en las páginas de ambos diarios se puede leer un apoyo inclaudicable al gobernador y al gobierno nacional, lo que ya sabemos: "profundizar el modelo", "apoyo al modelo nacional y popular", "el pueblo o las corporaciones" y otros tantos clichés militantes se pueden ver a lo largo de los diarios. Noticias como "Experto de la UNSE afirma que la Minera La Alumbrera no contamina" (El Liberal 03/01/2011), son cotidianas, y recurren a un investigador de una universidad pública (la UNSE) que recibe fondos de la minera para justificar la noticia, a través del YMAD: "una sociedad integrada por la provincia de Catamarca (60%) y la Universidad Nacional de Tucumán (40%), con la que se conformó una Unión Transitoria de Empresas para la explotación del yacimiento". Los fondos los acepta el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y los reparte entre las Universidades Públicas. ¿Qué podemos esperar de un monitoreo financiado por la misma empresa?


En marzo del año pasado murió una joven madre en el medio del monte, Eli Juarez, al pararse enfrente de las topadoras que venían a tirar abajo su casa: un humilde rancho de adobe, quebracho colorado, quebracho blanco y paja. Se la llevó un infarto en el momento de enfrentar a las topadoras, delante de sus dos hijos, cuando la inacción de la policía permitió que mafiosos empresarios avanzaran sobre las tierras de los campesinos del paraje San Nicolás en el departamento Banda. Nunca salió en los medios. Esta es una situación absolutamente normal en estas tierras olvidadas, el conflicto se reproduce en todos los rincones de la provincia como en el caso de Pozo del Castaño que venimos denunciando hace varios meses. El escenario es siempre el mismo: por un lado campesinos que viven en las tierras desde hace décadas, siglos, dueños legítimos pero sin títulos y empresarios que consiguen títulos de propiedad de las tierras de dudoso origen a un precio regalado en mercados oscuros que recurren a matones, topadoras, armas con tal de llevar adelante sus fructíferos negocios. Frente a eso la inacción de la policía, de la justicia, del gobierno y la complicidad de los medios.

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