martes, 24 de agosto de 2010

Homenaje al compañero Felipe Vallese en el aniversario de su desaparición

El día 23 de agosto de 1962 secuestraban al compañero Felipe Vallese, militande la Juventud Peronista y de la Unión Obrera Metalúrgica, quien pasaría a ser el primer desaparecido. A continuación a modo de homenaje al compañero Felipe, reproducimos un par de páginas del libro "Héroes" de Ernesto Jauretche y Gregorio Levenson.



Felipe Vallese

El decreto 4161/55 (que prohibía toda referencia al peronismo, a Perón y a Evita y a sus familias) se aplicaba nuevamente por orden del Ministro del Interior Carlos adrogué. El presidente Guido era la fachada de los militares. El plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) seguía su marcha. Las cárceles rebosaban de militantes peronistas.
Frente al número 1770 de la calle Canalejas, a las 23.30 hs. del jueves 23 de agosto de 1962, un hombre es secuestrado. Con anterioridad se habían detectado movimientos sospechosos y personas extrañas en el barrio. Una estanciera gris frente a aquel número, un Chevrolet verde en la esquina con Donato Álvarez, un Fiat 1100 color claro en Trelles y Canalejas. Dentro de ellos varios hombres y otros en las inmediaciones de los coches.
A la hora señalada el automóvil estacionado en Donato Álvarez hizo guiños con los focos señalando el avance de un hombre. Lo reconocieron y todos convergieron hacia él, se le echaron encima y lo golperaon fuertemente. Pese a que se aferró con toda la fuerza de sus manos y clavó sus uñas en el árbol que tenía más cerca, lo llevaron a la estanciera gris que partió de inmediato.
Los gritos desesperados de la víctima de semejante agresión poblaron la noche y atrajeron a varios vecinos que, alarmados, dieron otro tono a la noche. Todos corrieron a defender al vecino; algunos intentaron acercarse. Un hombre armado, pistola en mano, los contuvo: “Esto no es para ustedes, píquenselas si no quieren ligarla”. Los comedidos se tuvieron que ir, viendo cómo, en plena ciudad, se raptaba a un hombre inerme. Para la época era un hecho desusado. Avisaron a la policía. Luego de una hora de espera llegó un oficial, recogió información, advirtió los restos de sangre. No dijo nada... Cuando se preguntó en la comisaría 50 por el suceso, respondieron “es la primera noticia que tenemos...”. Pero no era... La crónica apareció en el diario El Mundo en su edición del 25 de agosto.
El secuestrado se llamaba Felipe Vallese y tenía 23 años. Era integrante de la Juventud Peronista y fue el primer secuestrado-desaparecido de la Argentina. Al ser raptado se dirigía como todas las mañanas a cumplir con su trabajo en la fábrica metalúrgica TEA donde era delegado.
Pero Vallese no fue el único detenido en esa noche. De su casa de Morelos 628, la policía levanta a Mercedes Cerviño, Raquel de la Peña y Agustín Adaro. El hermano de Vallese, Ítalo, y Rosa Salas son secuestrados a las pocas cuadras.
A la una del día 24 todos son conducidos a la seccional Primera de San Martín. Los detenidos se hablaban a través de las paredes de las celdas. Felipe ya había sido torturado y de su nuca manaba abundante sangre. “Me reventaron” alcanzó a decir. Luego es trasladado a la comisaría de Villa Lynch. Desde allí manda por intermedio de un preso común que es liberado, un mensaje a la UOM, para que sepan de él.
“¿Dónde está Rearte?” es la pregunta que repiqueteó en la mesa de torturas. Felipe le confiesa a un vecino de celda de Villa Lynch cuyas declaraciones judiciales nunca se tuvieron en cuenta, que está “destrozado”. La policía provincial con un cinismo que luego haría escuela, contesta ante un requerimiento de la Justicia que Felipe Vallese no está detenido.
En algún momento, entre el 30 de agosto y el 1° de septiembre, Felipe es retirado de la comisaría de Villa Lynch. En un descampado cualquiera un policía aprieta el gatillo de su arma reglamentaria. Un mártir obrero comienza a transitar la historia.
Miles de voces argentinas de ahí en más, en actos, en marchas y concentraciones se harán escuchar para siempre:
“¡Un grito que estremece, queremos a Vallese!”

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